En el quinto o sexto año de su reinado el faraon celebro en Tebas un jubileo, una fiesta de renovacion de la
monarquia, y aprovecho la ocasion para romper a la vez con Amon y con Tebas. Desde entonces cambio el nombre de Amenofis (Amonesta contento) por el Akenaton (se esta bien con Aton) y fundo una nueva capital en el sur para desbancar a Tebas.
A mitad de camino entre Menfis y Tebas y en la orilla este del Nilo, escogio para construir la nueva ciudad una magnifica llanura desierta circundada de rocas y que tenia enfrente, en la orilla oeste, una tierra magnifica para la agricultura, de la cual obtendrian sus alimentos los futuros habitantes de la ciudad. Aqui y solo aqui, problamaba la inscripcion de entrada, estaba Aket-Aton, el Horizonte del disco. Hoy conocemos a esta ciudad con el nombre de Tell el-Amarna. Los edificion de la ciudad, que en su mayor parte estaban construidos con adobes, se multiplicaron con tanta rapidez que el rey, la corte y el personal de servicio pudieron instalarse alli el septimo año.
Sus avenidas principales corrian de norte a sur, paralelas al Nilo. El barrio oficial estaba en el centro. Vecinos al rio se alzaban imnumerables patios y gabinetes de audiencia del palacio administrativo. Un puente que volteaba sobre la avenida principal lo comunicaba con la residencia privada del rey, que este compartia con su esposa Nefertiti, una mujer muy bella de origen misterioso, y sus seis hijas. Muy cerca estaban el santuario de Aton, templo al aire libre, y los cuarteles generales de la policia y el ejercito, ademas del Archivo de Asuntos Exteriores. Las tumbas de los cortesanos estaban excavadas en la roca y sus respectivas capillas decoradas con relieves de Akenaton y la familia real que los representaban ejecutando actos al servicio de Aton.
El culto de Aton era simplemente el tributado a su manifestacion en el disco solar. Se representaba como un disco cuyos rayos acababan en sendas manos que presentan al rey el simbolo de la vida. Se acentuaba con mayor enfasis el poder de creacion y de mantenimiento que posee el Sol, como podemos ver el himno de Aton, que quiza compuso el mismo rey. En esta actitud religiosa encontramos un gran amor por la naturaleza y el concepto de igualdad entre egipcios y extranjeros, pero no aparecen conceptos filosoficos o morales de una cierta profundidad. Las supersticiones de los antiguos cultos y todos los valores mas profundos de una civilizacion muy evolucionada fueron negados radicalmente, pero no fueron sustituidos por nada.
El culto a Aton no paso de ser una moda de la corte, que nunca intereso al pueblo egipcio. El rey reclamo para si el papel de mediador ante Aton. El pueblo no tenia acceso directo al dios. El rey su familia podian venerar a Aton, pero los demas debian adorar al fararon, el rey dios. El faraon servia al dios y a su vez se identificaba con el, compartiendo el uno los atributos del otro y viceversa, los mortales servian al rey como la encanacion de Aton en la tierra. Vivir en la verdad consistia simplemente en mantener el orden universal tal como Akenaton lo habia concebido y decretado. En arte se rechazo la idealizacion convencional del rey, hasta tal punto que al principio los artistas produjeron obras que exageraban hasta la caricatura los rasgos anormales del fisico de Akenaton, grandes mandibulas, torso afeminado, caderas anchas, todo ello posibles sintomas de un trastorno glandular.
Mas tarde, produjeron magnificas estatuas y pinturas de tendencia naturalista. Estas ultimas, lo mismo que los bajorrelieves que adornaban las mastabas y templos, se realizaron siguiendo las convenciones ya clasicas de la pintura egipcia, pero a ellas se añadian promenores vivos en las partes que representaban actividades secundarias, edificios, plantas y animales. Podemos ver al anciano funcionario caminando jadeante detras del carro real, la reaccion de los presentes cuando se esta ofreciendo un galardon a un alto funcionario, el personal del palacio o del gran templo con espigas de trigo en las manos o el brioso trote de los caballos del carro. Respecto al lenguaje, la nueva corriente creo el llamado egipcio tardio, marcadamente fluido y coloquial, que aparece en inscripciones jeroglificas y documentos oficiales paralelamente al idioma clasico consagrado por siglos de uso.
En el noveno año, Akenaton celebro un nuevo jubileo en honor suyo y de Aton, esta vez dio una forma mas estricta a los mitologia condenada del resto de los dioses. La persecucion contra Amon se hizo cada vez mas severa, y posiblemente fue en esta circunstancia cuando dio el paso definitivo, mandando cerrar los templos de Amon y ordenando la destruccion del nombre y la de la imagen del mismo (y de otros dioses) en todo Egipto. Despues de esto quedaba Aton como el unico dios, y su culto se convertia en una forma de monoteismo. Ni siquiera se salvo el nombre del padre de Akenaton, el apelativo de Nebmare Amonefis III que aparecia en los monumentos se camvio por el de Nebmare Nebmare.
Sin duda las estatuas de los templos mas antiguos fueron puestas al servicio de Aton en sus templos de Aket-Aton y otros lugares. El triunfo de Akenaton parecia ahora completo. El año doce de su reinado fue testigo de una puesta en escena a nivel imperial, el rey y su familia presenciaron desde un pabellon un gran desfile en el que estaban representadas las naciones tributarias desde Nubia hasta Siria que rendian homenaje al poder real. Pero esta aparatosa exhibicion no pasaba de ser una falsa fachada. En realidad se cernia el peligro sobre las provincias sirias y en la misma Aket-Aton no iban muy bien las cosas.
martes, 24 de mayo de 2016
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